Ese tiempo que tanto solemos sacrificar ante nuestra lista de prioridades y responsabilidades, se traduce en menos tiempo para cuidarnos.
La vida es demasiado frenética, vamos cargándonos de stress y enfocamos nuestra energía hacia fuera y parece que nunca es el momento ideal para cuidarnos y nos vamos posponiendo…Y es cierto, el momento perfecto nunca llega, ¡tienes que crearlo tú!
Pero si de algo estoy convencida es de que igual que hice yo, tú también puedes aprender a integrar el hábito de cuidarte, no es tan difícil, como todo, solo hay que aprender.